Verás, puede que la gente diga que la Alemania nazi se construyó sobre la base del antisemitismo, pero todo se habría quedado en nada si los alemanes no hubieran adorado una actividad en particular: la quema. A los alemanes les encantaba quemar cosas: tiendas, sinagogas, Reichstags, casas, objetos personales, gente caída en desgracia y, por descontado, libros.

miércoles


Hans había comprado una radio y la llevó a casa.
—Así sabremos cuándo van a empezar los
bombardeos antes de que suenen las sirenas —
explicó—. Primero se oye un cucú y luego
anuncian las zonas en peligro.

Entre los tres y Max discutían si se iban a quedar en el sótano los cuatro juntos o si iban a salir.Max les convenció.Ellos tres tenían que salir y el quedarse en el sótano,por supuesto, porque decían que ahí no había mucha profundidad para aguantar el bombardeo.En fin, llegaron a un acuerdo...
Una noche, mientras Liesel dormía su papá le tocó el brazo suavemente y la despertó, ella apenas logro verlo.Le dijo que tenían que irse,rapidamente salieron por el pasillo a oscuras y bajaron al sótano para despedirse de Max. Rosa y Liesel de dieron un fuerte abrazo, y Hans solo una palmada en la espalda.

Fuera, las sirenas aullaban a las casas, y la gente salía de sus hogares corriendo, renqueando o de espaldas. La noche observaba. Algunos le devolvían la mirada, tratando de descubrir los aviones de lata que cruzaban el cielo.Himmelstrasse era una embrollada procesión de gente que acarreaba sus bienes más preciados.En algunos casos, un bebé. En otros, una pila de álbumes de fotos o una caja de madera. Liesel llevaba sus libros apretados contra el pecho. Frau Holtzapfel arrastraba con gran esfuerzo una maleta por la acera, con ojos desorbitados y pasitos cortos...
Hans,había llevado lo necesario, excepto su acordeón...

-En el sótano de los Fiedler estaba a muy buena profundiad para refugiarse,habían veintidós personas,donde estaban los Huberman,Steiner, frau Holtzapfel, Pfiffikus, un joven y la familia Jenson...

El primer bombardeo fue falso,todos pensaron que la señal que dieron por la radio era verdadera, pero no, los aviones nunca llegaron.




LA VIDA ESTÁ MUY CARA PA SUFRIR ♫

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