Verás, puede que la gente diga que la Alemania nazi se construyó sobre la base del antisemitismo, pero todo se habría quedado en nada si los alemanes no hubieran adorado una actividad en particular: la quema. A los alemanes les encantaba quemar cosas: tiendas, sinagogas, Reichstags, casas, objetos personales, gente caída en desgracia y, por descontado, libros.

sábado

Cuando lo acompañaron a Hans a la estación de tren tuvieron una gran despedida, una muy triste despedida…

“Durante algunas semanas, mientras Hans Hubermann y Alex Steiner estuvieron en sus respectivos campos de entrenamiento, Himmelstrasse adquirió un aspecto deprimente. Rudy no era el mismo, no hablaba. Rosa no era la misma, no regañaba. Liesel también se vio afectada: ya no sentía deseos de robar un libro, por mucho que intentara convencerse de que eso la animaría.”

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